sábado, febrero 28, 2009

A Swingin' Safari

Una melodía para recordar, pensar y más. Las nuevas generaciones la escuchan desde lugares que ni por asomo nos imaginamos. La web las acerca a nuestros congéneres alrededor de los 10 y 70 años. Algunos la reenvían a sus amigos por medios distintos a la computadora.

Recientemente escuchada en Mónaco, Música para nuestros oídos y alma.

¿ Sabe usted dónde queda Reunion ? También aquí nos escuchan. La música es de todos. A la fecha son 60 países donde gusta esta melodía A Swingin' Safari. Si usted utiliza el Google como buscador, puede hacer lo siguiente para rápidamente encontrarla, busque la canción y agregue su país, la encontrará de inmediato, ejemplo: a swingin' safari austria



sábado, febrero 21, 2009

El Ángel de la Guarda, a 90 kilómetros por hora

Desconcentrado y muy alterado con su mano derecha tomó la gruesa aldaba y tocaba ruidosamente la gran puerta de encino. Nadie acudía.

Y seguía tocando. Miraba con la vista perdida.

Volteó hacia atrás. En medio de la bruma y a unos cien metros observó varios autos detenidos. Se acercó y quedose inmóvil. Sudaba.

Varios autos, un accidente en el tráfico, sirenas de ambulancias y oficiales de tránsito, se acercó aún mas, nadie lo detenía, de repente se vió reflejado en uno de los cuerpos, su misma cara, ropa, era él mismo. Tocaron su hombro, se volvió y de nuevo se vió reflejado.

Quien le tocó lo separa de la escena, y de nuevo le lleva hacia la puerta de encino ahora abierta. Le dice ser su Ángel de la Guarda y le explica que tuvo un accidente y que ahora lo llevará hacia otra morada.

Se enoja, lloriquea, le reclama que si es su ángel de la guarda por qué le dejó solo.

El Ángel de la Guarda le dice, yo no te dejé solo, tú fuiste quien me abandonó, a mí solo me es permitido volar hasta 90 kilómetros por hora, y tú ibas a casi al doble.
Un Mil Cuarenta Millones de Segundos

Y solo con cincuenta dólares americanos se iniciaba la aventura para cruzar volando y por vez primera el océano. New York, París, Madrid, Roma . . .

Houston era el puerto de entrada.

1.- Roma. Pizza frente a la iglesia que resguarda al Moisés, el Altar a la Patria, La Piedad en el Vaticano . . .

2.- Chilidog en Hamburgo. Terminal del tren.

3.- París, nos deja el avión. Aeropuerto Charles De Gaulle.

4.- París, festejo Independencia. Hotel casi fuera.

5.- Liechtenstein. Tren, kilómetros antes, austríacos amabilísimos, autobús, guardias fronterizos . . .

6.- Luxemburgo. Ajedrez gigante, elevador ciudad abajo, puente alto . . .

7.- Vienna. Río Danubio, Donaupark, Hotel . . .

8.- Pisa. Surname en la puerta de . . .
Nacimiento de El Número UNO

Varios episodios a través del calendario se conjuran para el nacimiento de El Número UNO. El Número en sí, la frase, luego la imágen y tras varios desvelos en Japón se desprenden quizá de forma involuntaria o por descuido de la preciada y a la fecha última liga contemplada en la supercarretera de la información.

Un lapso de 11 largos años para conjuntar sin proponerselo la envoltura de El Número UNO. Poco mas de 4,000 días.

Y áun luego de 8 años adicionales la definición de hacia dónde proyectarlo. ¿ La búsqueda de la renta ?
La Canica Blanca

Las canicas se han hecho a un lado. El gato ha tropezado con la blanca y a ésta la encuentran rodando hacia el pequeño lago.

De un salto se ha tirado la blanca, y saliendo intempestivamente entre los circulos formados por su velocidad, sale reluciente, límpida y de nuevo con esa blancura que matiza el sol.

Estaba echa un desastre, el gato con su pelambre lodoso le había manchado todo su cuerpo